PRODUCTOS FRESCOS IMPERFECTOS
No solemos pensar en el arduo viaje que recorren los alimentos para llegar a nuestras mesas. ¿Qué se necesita para llenar la sección de productos frescos de nuestros supermercados con hermosas manzanas rojas redondas, o la carnicería con losas de carne ricamente marmoleadas?
Bueno, desgraciadamente nuestra percepción de lo que es aceptable comer ha sido desvirtuada por lo que atrae a nuestro sentido de la vista sobre todo. A la hora de comprar comida, compramos lo que tiene mejor aspecto. Así pues, cuando se trata de clasificar los alimentos para el mercado, la belleza importa. Aunque dos manzanas sean iguales en la cantidad de nutrientes y delicioso sabor que proporcionan, aquellas que no son visualmente consideradas como “la norma” pueden ser marginadas.
Ya sea porque el producto creció con anormalidades o porque sufrió golpes y magulladuras durante el transporte, el aspecto físico de la comida se ha convertido en algo tan prevalente que entre el 20 y 40 por ciento de las frutas y verduras cultivadas en los Estados Unidos se desechan meramente por motivos estéticos.
Sin embargo, determinar qué es un producto fresco visualmente aceptable es más complejo que las preferencias personales de las granjas y los supermercados. En la comercialización de los alimentos comerciales uno quiere etiquetado de grado y calidad, porque después de todo, la comida es un negocio y uno quiere que su producto se venda.
El USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos por sus siglas en inglés) dispone de normas de clasificación de los Estados Unidos, que son voluntarias y proporcionan a la industria de frutas, verduras y cultivos de especialidad un lenguaje uniforme para describir la calidad y el estado de los productos básicos en el mercado.
La División de Inspección de Cultivos Especializados del Servicio de Comercialización Agrícola (AMS por sus siglas en inglés) del USDA es un equipo de profesionales que proporciona revisiones e inspecciones de garantía de calidad, realiza auditorías de seguridad alimentaria y desarrolla normas nacionales para frutas frescas y procesadas, hortalizas, frutos secos y otros productos especializados, todo ello en apoyo de la cadena de suministro de la industria alimentaria estadounidense. La AMS también proporciona a la agricultura estadounidense valiosas herramientas, como la clasificación, la certificación, y la verificación, que ayudan a crear oportunidades de comercialización. Se dice que estos servicios garantizan la calidad de los alimentos estadounidenses y añaden valor a sus productos.
En el sitio web del USDA hay amplias ayudas visuales para la inspección del inventario oficial. Por ejemplo, una patata debe cumplir condiciones tales como la máxima costra superficial (5% de la superficie) permitida, la máxima grieta de crecimiento permitida para el tamaño de la patata, la máxima costra picada permitida para el tamaño de la patata, los límites para una grieta de crecimiento acampanada, y diferentes máximos para el grado de piel de la patata en función de su tipo y tamaño.
Afortunadamente los agricultores pueden devolver ese imperfecto producto a la tierra, convertirlo en abono, donarlo, comercializarlo en servicios de alimentación donde el aspecto inicial no se vea, o utilizarlo para alimentar a los animales. ¿Pero qué podemos hacer como consumidores? Actualmente hay varias compañías donde se puede comprar en línea productos imperfectos a precios rebajados. Sin embargo, eso le aleja de apoyar a sus agricultores, tiendas de alimentos y economía locales. Cuanto más cerca de usted se cultiven los alimentos, mejor. Acérquese a las granjas y mercados de su zona y averigüe qué programas están llevando a cabo para minimizar este posible desperdicio. Tal vez su consulta inspire a que la tienda cree una sección de productos imperfectos, en la que se puedan comprar estos productos imperfectos con un descuento y, al mismo tiempo, apoyar la economía local.
Sabemos que los productos frescos desechados por su aspecto es un problema, pero hará falta más comprensión e ideas creativas para cambiar el destino de los productos imperfectos y evitar que lleguen a los vertederos.